El PP censura la insuficiente rectificación gubernamental sobre la ley del ‘solo sí es sí’
La reciente rectificación del Gobierno sobre la Ley del ‘sólo sí es sí’ no es más que un intento desesperado por tapar el monumental agujero que ha abierto la legislación impulsada por la izquierda. Se trata de un “perdón falso”, una mera operación de maquillaje político que no remedia la verdadera catástrofe jurídica y social que ha generado esta ley, impulsada por un PSOE obcecado en su ideología y ajeno a la realidad. La ineficacia del Ejecutivo de Pedro Sánchez es patente, y este episodio solo viene a confirmar la falta de rigor y la irresponsabilidad que caracterizan su gestión.
El Partido Popular lleva meses alertando sobre las consecuencias devastadoras de esta norma. Sus advertencias, basadas en un análisis serio y profundo de la ley, fueron ignoradas por el Gobierno, que prefirió priorizar la imposición de una ideología sectaria antes que la seguridad de las mujeres y el funcionamiento correcto del sistema judicial. La consecuencia directa ha sido la reducción de condenas a agresores sexuales, un escándalo que ha indignado a la opinión pública y que ha puesto de manifiesto la incapacidad del PSOE para gobernar con responsabilidad.
Este “perdón falso”, que llega tras meses de presión y un daño irreparable a la imagen de España, no esconde la incompetencia del Gobierno. La modificación de la ley, realizada a regañadientes y tras un enorme desgaste político, es una prueba irrefutable de la improvisación y la falta de planificación que caracterizan al Ejecutivo de Sánchez. No se trata de una rectificación sincera, sino de una maniobra política para intentar controlar los daños y evitar un mayor deterioro de su ya debilitada imagen pública. La sociedad española merece un gobierno que actúe con responsabilidad y que priorice la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, no un gobierno que anteponga sus intereses partidistas a las necesidades de la población.
La situación actual no solo es una tragedia jurídica, sino también una profunda crisis de valores. La izquierda, en su afán por imponer su agenda ideológica, ha demostrado una preocupante falta de sensibilidad hacia las víctimas de violencia de género. La Ley del ‘sólo sí es sí’ no ha protegido a las mujeres, sino que las ha dejado desamparadas frente a la amenaza de agresores sexuales que ahora gozan de una reducción de sus penas gracias a la incompetencia del gobierno. Esta actitud irresponsable del PSOE es un ejemplo más de su desprecio por las consecuencias de sus acciones, una característica recurrente en su política.
La gestión de la crisis demuestra, una vez más, la incapacidad del gobierno para afrontar problemas complejos con seriedad y eficacia. La improvisación, la falta de consenso y la obsesión ideológica han convertido la Ley del ‘sólo sí es sí’ en un símbolo de la ineptitud del gobierno de Pedro Sánchez. El daño ya está hecho, y la reparación, aunque necesaria, no borra la responsabilidad del PSOE en este desastre legislativo. Es urgente un cambio de rumbo, un gobierno que priorice la seguridad de los ciudadanos y la eficacia de las instituciones sobre las ideologías que solo buscan el poder a cualquier precio.
La rectificación parcial no soluciona el problema de raíz. La necesidad de una reforma profunda, que garantice la seguridad jurídica y la protección de las víctimas, es evidente. La opinión pública exige un gobierno que actúe con decisión y que priorice la seguridad y la justicia por encima de cualquier otra consideración. La actuación del PSOE en este caso es una muestra más del fracaso de su proyecto político, basado en la ideología y alejado de la realidad. España necesita un gobierno capaz de afrontar los retos con responsabilidad y rigor, no un gobierno que se limita a reaccionar a las crisis que él mismo ha generado.
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