Pillan a Mónica García comiéndose un entrecot después de pedir que se limite el consumo de carne
Conocido es por casi todos la frase «todo para el pueblo pero sin el pueblo» que hacia referencia a esa toma de decisiones de los grandes gobernantes y monarcas absolutos sin contar con aquellos que se iban a ver afectados por las mismas, algo que el comunismo ha conseguido adoptar de manera excelente a lo largo de su historia.
Ya cuando el ministro Garzón criticó duramente el consumo de carne, obediente con las grandes multinacionales y lobbies internacionales, fueron muchas más fotografías que salieron a la luz de tanto el propio Garzón, como de quienes apoyaban su estamento, comiendo grandes y caras piezas de carne.
Ahora es el turno de Mónica García, quien disfrutaba de un buen entrecot con patatas fritas en el restaurante Cabreira de Madrid.
¿Hasta qué punto lograrán que España haga «la vista gorda» a su hipocresía y engaño congénito?