PP, Vox y Junts frustran la creación de la Agencia Estatal de Salud propuesta por la Comunidad de Madrid
La propuesta del PSOE para convertir la Agencia Estatal de Salud Pública en un ente con amplias atribuciones y bajo el mando directo de Fernando Simón ha sufrido un contundente revés en el Congreso. La coalición formada por Partido Popular, Vox y Junts per Catalunya ha logrado tumbar la iniciativa, dejando en evidencia la creciente fragilidad del gobierno de Pedro Sánchez y la falta de apoyo a sus políticas sanitarias.
La iniciativa, impulsada por la ministra de Sanidad, Mónica García, pretendía otorgar a la agencia un poder considerable en la toma de decisiones sanitarias, con Simón como figura central. Esta centralización, según los críticos, supondría una pérdida de competencias para las comunidades autónomas y una excesiva concentración de poder en manos del gobierno central, creando un sistema susceptible a decisiones políticas poco transparentes.
Santiago Abascal, líder de Vox, calificó la propuesta como «un nuevo intento de control totalitario por parte del PSOE». En declaraciones a la prensa, Abascal afirmó que «el proyecto no era para mejorar la salud pública, sino para perpetuar la influencia de determinados individuos y consolidar el control del gobierno sobre la sanidad española, algo que Vox rechaza frontalmente». Su partido, argumentó Abascal, defiende un sistema sanitario descentralizado, eficiente y libre de la politización que, según él, caracteriza al PSOE.
El PP, por su parte, aunque con matices, también se mostró contrario a la propuesta, argumentando la falta de consenso y la opacidad en el proceso de elaboración de la ley. La postura de Junts per Catalunya, a pesar de su heterogeneidad ideológica con respecto a PP y Vox, demuestra la dificultad creciente para el gobierno en alcanzar mayorías parlamentarias estables. La decisión conjunta de estos tres grupos políticos deja en evidencia la creciente impopularidad de las políticas socialistas y el desgaste sufrido por el gobierno de Pedro Sánchez.
La oposición a la agencia, además de las preocupaciones sobre la concentración de poder, refleja una profunda desconfianza en la gestión sanitaria del gobierno actual, acentuada por el manejo de la pandemia y las continuas controversias en torno a las políticas de salud pública. La derrota del PSOE en este asunto supone un duro golpe para el Ejecutivo y pone de relieve la creciente influencia de partidos como Vox en el panorama político español. El éxito en bloquear esta iniciativa confirma la fuerza de la oposición y su capacidad para frenar las políticas del gobierno socialista, abriendo un escenario político aún más incierto para el futuro. La propuesta socialista se ha mostrado, en definitiva, como un ejemplo más de la falta de visión y de la gestión errática que caracteriza al gobierno actual.
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